Aquí repasamos las 10 prendas que tenés que aprovechar. ¿La clave? ¡Inclinarse por los básicos!
1-Blusas y camisas. Optá por los colores más neutros como blanco, negro, nude, gris, azules o rojos. Descartá los estampados veraniegos. Hay que saber que la ropa ya no se separa en prendas de verano y prendas de invierno, perfectamente podés usar blusas y camisas de géneros livianos en invierno combinándolas, por ejemplo, con un saquito de lana.
3-Lencería. Siempre nos hace falta: por su constante uso se gasta demasiado rápido y hay que reponerla. No te dejes estar usando tus prendas íntimas rotas y viejas, aprovechá las rebajas para llenar el cajón de la ropa. ¡No tenés excusa!
6-Pañuelos y foulards. Son un complemento indispensable. En otoño, además de proteger el cuello, son perfectos para darle onda a tus outfits: por eso está bueno que los compres de colores y estampados. Si tenés un conjunto monocromático, ellos te ayudarán a levantarlo y darle un toque chic a tu vestuario pudiéndolo usar de mil maneras diferentes.
9-Trenchs. Otro clásico. Para los días de lluvia (o no) es la prenda ideal para lucir arreglada y formal si tenés que ir a una reunión o a la oficina. Pero también puede lucir informal con un jean. El lazo es perfecto para marcar la cintura, fijate que te calce en el lugar correcto ni más abajo ni más arriba. El largo que a todos nos queda bien es dos dedos por encima de las rodillas. Si no sos alta no los uses por debajo de ellas.
10-Sweaters y sacos. Inclinate por los de hilo de media estación. En otoño los vas a usar muchísimo y en invierno seguirás aprovechándolos con un saco abrigado encima. Es importante que te fijes el tipo de género y que sea de buena calidad así te durará años sin achicarse o hacerse bolitas.
Fuente: Entre Nosotras (Romina Barak, diario Clarín)
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